Policiaca
CON EL PERMISO DE LA PRESIDENCIA DE LA MESA DIRECTIVA.

La evolución y desarrollo de los pueblos depende de la visión, la voluntad y el compromiso de sus representantes, de sus gobernantes y de los ciudadanos que juntos construyen los grandes acuerdos y las posibilidades de construir una ciudad digna de ser vivida, donde todos desarrollemos nuestras potencialidades y logremos la prosperidad de quienes habitamos este hermoso y gran Estado.

Nuestra principal funciones es diseñar y crear leyes cuyos contenidos reflejen la dinámica de la realidad en que vivimos, debemos dejar atrás los tiempos en los que el derecho siempre llegaba o muy tarde o no daban la regulación de  los problemas y las necesidades sociales, hoy necesitamos leyes que permitan tener gobierno estatales y municipales fuertes y a la ves sensibles ante las demandas sociales, pero también que garanticen la seguridad jurídica y la eficiencia de las leyes para que los diversos sectores de la sociedad tengan la posibilidad de desarrollo, como los empresarios, los desarrolladores inmobiliarios y todos aquellos que, de una u otra manera contribuyen al diseño y construcción de lo Urbano, de los servicios públicos, de los fraccionamientos, de los trabajadores de la obra, etc.

El Nuevo Código Urbano que ahora sometemos a debate y aprobación tiene un fin fundamental, ordenar jurídicamente el desarrollo y crecimiento de nuestro Estado, pero sobre todo de los municipios, ya que generan una mayor responsabilidad y participación de los Ayuntamientos, a tal grado, que podemos decir que este Código tiene un gran carácter municipalista.

Las adecuaciones, previsiones, usos, reservas, el ordenamiento territorial, la ejecución obras que regula este Código es para proteger la planta productiva y evitar la corrupción que sabemos antes se daba en los tramites que le correspondían a las oficinas públicas encargadas de las obras publicas en algunos municipios, porque se propone una verdadera planeación, conservación, mejoramiento y crecimiento de la población para lograr el anhelado desarrollo sostenible que tanto buscamos con la creación de una profunda política urbanista establecida desde la Constitución de la República y en nuestra Constitución Local.

Aprobar este Código Urbano es cumplir con el derecho humano que todos tenemos, mejorar las condiciones de vida de quienes habitamos en el Estado y los municipios, equilibrando los factores de la producción, ordenando el crecimiento demográfico, los espacios que tenemos, darle funcionalidad, unidad e identidad a nuestras ciudades, porque si realmente somos el Gigante de México, debemos hacer que nuestra patria chica sea el mejor lugar para vivir aprovechando los espacios públicos, la infraestructura y el equipamiento para darle un sentido de verdadera utilidad para proteger el medio ambiente, el patrimonio cultural, inmobiliario y los nuevos desarrollos que deberán ser planeados bajo este nuevo código.

Con el cumplimiento de este código, no podemos permitir la construcción de obras sin un sentido de la urbanidad, no más expansión de la mancha urbana discrecional y fuera de los límites permitidos, no más especulación y plusvalía que beneficie a los grupos de poder, este código es para ordenar el crecimiento de todos como ciudad, como verdadera comunidad que sabe lo que quiere y lo que puede, crecer de manera sustentable, sobre todo,  resolver problemas generados por la sobrepoblación, el aglutinamiento de los asentamientos humanos y la prestación de los servicios públicos necesarios para lograr el buen nivel de vida de todos los ciudadanos.

 

El establecimiento del código urbano debe de ser en coordinación de los Municipios y el Estado con los sectores social y privado para la regulación adecuada de los asentamientos humanos dentro de la entidad es necesario para potenciar la aplicación de este Código, para enfrentar los desafíos sociales, económicos y tecnológicos que tenemos frente a nosotros.

Nuestro reto es asegurar el desarrollo sustentable, garantizar la seguridad de los inversores, facilitar la tramitología sin perder la seguridad jurídica y coordinar a todos los actores que intervienen en este proceso, por ello, los convoco a aprobar este proyecto legislativo por ser una norma de avanzada que se homologa, redirecciona y armoniza con la Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano vigente desde 2016.

En este orden de ideas, como presidente de la Comisión de Fortalecimiento Municipal, veo un Código Urbano que fortalece, protege y respeta la esencia de los municipios y sus necesidades, reconoce sus facultades de planeación y concurrencia en el desarrollo urbano y asentamientos humanos, la implementación de nuevas estrategias en materia de políticas públicas, responsabilidades administrativas, civiles y penales para los servidores públicos y notarios públicos que no observen la ley, así como las sanciones.

 

Las reformas más importantes del Código Urbano en cuanto al fortalecimiento de atribuciones y cuestiones económicas de los municipios son:

La eliminación del Dictamen Estatal De Congruencia Urbanística,  generando un ahorro económico y de tiempo, ya que se elimina el pago por el dictamen, solo para casos mínimos se requiere de la opinión de la SEPLAPDE para el Municipio.

Podrán autorizar, modificar o extinguir un Condominio de hasta 20,000 metros cuadrados o menos 100 unidades, Seguramente las finanzas de los municipios se fortalecerán, ya que ellos, determinarán el cobro por impuestos, servicios o derechos por esta atribución.

Podrán autorizar, modificar o extinguir los Desarrollos Inmobiliarios, con una superficie de hasta 20,000 metros cuadrados.

Los municipios, exclusivamente, supervisarán la compatibilidad del proyecto, la calidad y ejecución de las obras de urbanización, a través de las Unidades Externas de Supervisión, los procesos de ejecución de obra, su dictamen, la municipalización o entrega deben ser más rápidas, sin descartar el ahorro que tendrán los fraccionadores y promotores en el pago de derechos fiscales por la supervisión.

Además de que ahora será factible el poder autorizar con sus respectivos candados las reservas de crecimiento ejidal y la regularización de los asentamientos humanos es de llamar la atención el Capítulo de las vías públicas municipales, con el fin de facilitar la actuación y ejercicio de los municipios en la materia.

El municipio podrá avalar el diseño, proceso constructivo, calidad, durabilidad y eficiencia de concretos que sean permeables para facilitar la filtración de agua al subsuelo que puedan ser utilizados en la construcción de vialidades de los fraccionamientos habitacionales urbanos.

 

Otras de las reformas que contempla el Código Urbano son que la SEPLAPDE será la autoridad y/o dependencia facultada para autorizar la venta de los lotes y predios en los fraccionamientos y condominios, autorizados por el Consejo Estatal, además de la creación de la Procuraduría Estatal de Desarrollo Urbano, a partir del año 2023.

 

En virtud de lo anterior, considero que el Código Urbano que ahora sometemos a su recta aprobación es una norma de avanzada que permite hacer realidad los derechos humanos,  que tenemos de contar con ciudades estratégicamente planeadas, con un espíritu de devolver a los municipios lo que en anteriores gobiernos se les quito, con una menor burocracia y con la certeza de que se dará con transparencia el crecimiento urbano, la construcción de obras de infraestructura y habitacionales, así como la prestación de los servicios públicos que se requieren para tener ciudades donde se pueda contar un nivel de vida digna y de ser disfrutado por todos los habitantes de este gran estado.

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