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PRI: TRANSFORMANDO A MÉXICO

“Nada se cria, nada se perde, tudo se transforma, nada nun se pierde, nada nun se crea, too se tresforma”, el padre de la química moderna,  el Frances  Antoine Laurent Lavoisier, que enunció la primera versión de la ley de la masa, dijo que no se crea ni se destruye, solo se transforma.

Igual ocurre en las conformaciones sociales, sean económicas, religiosas o políticas. La política es veleidosa. Gracias a esa característica en ella siempre estará presente el cambio, da vuelta, su constante es el movimiento, es inherente a su naturaleza y es bueno que así sea. Los vientos de cambio traen el oxigeno indispensable para evitar el estancamiento, de tal forma que en los alineamientos de grupos que se dan en la circunstancia de quienes detentan temporalmente algunos cargos de poder, muy pronto se presentan movimientos para dar cauce a otras expresiones.  La unidad de esos cuerpos se someterá entonces a  intereses, deseos, condicionamientos, convicciones y lealtades.

Cada uno debería ser dueño absoluto de su voluntad y seguir el dictado de las ideas, creencias, valores y convicciones personales,  sin embargo, en la realidad con frecuencia  conocemos de casos que por necesidad tienen que ocultar sus principios.

Veremos entonces nuevos alineamientos en los equipos que entrarán a jugar en la competencia del 7 de julio próximo, no solamente de personas y expresiones políticas al interior de los partidos, sino de mezclas de institutos partidistas que pondrán en ebullición sus contenidos para combinarlos, con la pretensión de agrandar su masa… y corriendo el riesgo de verla disminuida.

Hablando de campañas y elecciones, importa saber cómo se mezclarán las siglas, interesa conocer los nombres y los rostros que entrarán al juego, pero más importante es saber ¿qué nos proponen y cómo lo piensan lograr?

En el PRI se ha abierto la convocatoria para recibir sus precandidatos a Alcalde y Diputado, es un documento apegado a sus estatutos, precisa requisitos y fija tiempos, establece reglas claras y de su correcta aplicación se puede dar un proceso interno ejemplar, depende ahora de la voluntad, la decisión y la participación de sus integrantes. Lo ideal en el PRI y en los demás partidos políticos es que lleguen aquí personas limpias, frescas, con nuevas ideas, de una probada conducta honesta y honorable, lo cual significaría una grata sorpresa para el pueblo mágico y sus comunidades sin magia (pero con mucho encanto).

En el escenario actual se percibe poco entusiasmo, quizá porque lo desalientan los fantasmas de los mismos de siempre, quienes, como decía un ex presidente que intentó reelegirse por otro partido aquí: “deberíamos dejar que fluya el ímpetu de las generaciones mas nuevas”.

Estudiando el fenómeno de la combustión en la química podrían explicarse también algunos comportamientos en política, veremos en los siguientes días cuantos se transforman o quienes resisten el fuego, el aire y la reacción de los elementos de su tabla de valores.

Curiosamente a este científico francés, le interesó la política y entró a la tesorería e hizo reformas al sistema de impuestos y de moneda  y participó en el desarrollo de un sistema de pesos y medidas para todo el país. Conservador, intenso y trágico termina en la guillotina ejecutado por el movimiento revolucionario, que no pudo destruir su esencia, solo la transforma, lejos de reducirla, la hace más grande, llega su obra a dar luz a todo el mundo, mientras que su amplia fortuna material tampoco se destruye, sino que se reparte, entre el pueblo, al servicio de la causa, en la búsqueda de la igualdad que promovía el movimiento de aquella época.

Luego de desacreditar la teoría del flogisto, Lavoisier deja una lista de elementos o sustancias que no pueden ser descompuestas, como el oxigeno y el nitrógeno, pero incluía también la luz y el calor, que pensaba que eran sustancias materiales. Los más avanzados en edad como los más jóvenes, al participar en la política tenemos que cuidar que nuestra esencia se mantenga intacta, no podemos permitir que nadie pretenda siquiera destruir nuestra sustancia, antes hagamos valer nuestras ideas, con coraje, valor y decisión, porque de ello depende conservar nuestra dignidad y calidad moral.

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